Empezar una nueva vida en una casa o piso nuevo significa entrar en una etapa de renovación y cambios excitantes. Pero no todo es alegría, mudarse implica tener que empezar un proceso lento y largo de traslado de todas tus pertenencias a un nuevo espacio.
En función de la cantidad de objetos a trasladar, la distancia y otros factores como la facilidad para cargar y descargar tus cosas en tu nuevo hogar, el proceso de mudanza puede ser más o menos complicada. Para facilitarte un poco la vida, te damos 7 consejos básicos para hacer la mudanza y no morir en el intento ¡Sigue leyendo!
7 consejos básicos para una mudanza exitosa
Prepara y planifica
Para hacer la mudanza perfecta es fundamental tener un plan de acción. En él deben entrar todos los “participantes de la mudanza”: transportistas, pintores, instaladores o la empresa que realice la mudanza. Coordinar todos los servicios que necesitarás y tu tiempo no es nada fácil, por ello la anticipación será tu mejor amiga. Por ejemplo, si tienes que pintar tu nuevo hogar lo mejore será contactar con los instaladores para que realicen los trabajos de instalación antes de pintar la casa.
Pide ayuda ¡no te cortes!
Como ya hemos comentado las mudanzas son procesos largos y tediosos. Por ello, si te ves desbordado/a, siempre puedes contactar con una empresa de vaciado de pisos para que te ayude a retirar los muebles de tu vivienda y trasladarlos a tu nuevo hogar o desecharlos en el lugar correspondiente.
Resulta conveniente tener previsto el tema de los medios y personas de soporte para la mudanza y eludir prisas de última hora o bien quedarse corto, haciendo que sea un proceso “eterno” y provocando inconvenientes como rupturas de objetos o bien pérdidas por desorden.
Usa materiales de calidad para proteger tus bienes
Para trasladar los objetos que hay en una residencia a otra, no es suficiente con contar con de cajas y ya está. Hace falta material amoldado a cada género de objeto y herramientas convenientes para desplazar cajas, bultos y objetos cuya manipulación es compleja. Por poner un ejemplo, un carro para cargar cajas afín al que llevan los distribuidores de mercadería en los supermercados, va a ayudar a eludir desperfectos en los bartulos.
Dedícale el tiempo necesario a la mudanza
Las mudanzas es mejor hacerlas de forma intensiva que extenderlas a lo largo del tiempo. Para poder concentrar todo el trabajo en unos poquitos días, no alén de una semana, viene bien aprovechar algún festivo, fin de semana e inclusive coger cualquier día de vacaciones o bien de los que ciertos convenios disponen para estos casos. Si son días de acuerdo, quiere decir que son auxiliares a los días de mudanza, con lo que no computan como días de vacaciones.
Consejos prácticos para hacer la mudanza
Haz limpieza
Deshazte de todo cuanto ya no te agrada o bien no vayas a apreciar. No tiene ningún sentido que te lleves cosas superfluas, ¡el espacio que ocupen en el camión es dinero!
Hazte con un “kit de superviviencia”
Piensa en el día siguiente o bien, aun, en la noche, si no deseas dormir en un jergón sin sábanas y vestida. Ropa de cama, toallas, pijamas y un neceser para el baño son ciertas cosas que no te pueden faltar. Por la mañana siguiente, precisas iniciar con fuerzas, descansada… ¡Y limpia!
Contrata un seguro
Un seguro puede ser tu salvación si durante la mudanza se han roto, perdido o han robado alguna de tus pertenencias. Debes tener en cuenta que durante este proceso siempre hay desorden y caos y, mal gestionado, puede dar como resultado la pérdida de cosas de valor.
Como conclusión y cierre, siempre y en toda circunstancia hay una pregunta que debería hacerse en todos y cada mudanza y es la siguiente: ¿Verdaderamente necesito todos estos objetos, ropa, útiles y muebles? La contestación puede ser bastante clara en ocasiones, especialmente si pensamos en esos casos de personas que llegan al extremo y afirman vivir con poquísimos objetos personales, con solo lo justo para vivir.
Sin llegar a ser radicales, seguro que existe alguna cosa de la que podemos desprendernos para vivir mejor, tener más lugar en el nuevo hogar y menos preocupaciones por sostener y procurarle lugar a objetos que no aportan valor a nuestras vidas.